martes, 11 de diciembre de 2007

ABRAZAR NUESTRA PROPIA SOLEDAD

Si no somos capaces de abrazar nuestra propia soledad, utilizaremos al otro como escudo contra nuestra propia soledad. Solo cuando es posible vivir como el águila, sin público, se puede amar a otra persona; sólo entonces puede importarle a uno que la otra persona crezca.
(Tomado de "EL DIA QUE NIETZCHE LLORO, de Irvin Yalom, Ed Emece)

3 comentarios:

Unknown dijo...

¡Impresionante!
Hacia tiempo que buscaba éstas palabras.
Gracias!

Umar dijo...

Excelente.

Felicidades por este magnífico blog consagrado a la logoterapia.

Gracias mil.

Saludos desde México.

Berenjena Voladora dijo...

Uy!!!...Yalomcito es un capo!! sólo puedo escuchar la única y personalísima voz del otro, cuando uno ha aceptado las propias voces...sino es hacer "playback existencial"
Muchas gracias por el Blog! es un tesoro!
Besotes aberenjenados!